He zurcido las ruinas
que me quedaron de tu partida
a un pequeño rincón escondido
junto a desembaladas cajas de soledad.
No
quiero recuerdos, ni ausencias
ni despedidas... pero sin mucho pensarlo, a veces,
vuelve un antiguo relicario que se permite
besarme
antes de echarse a andar.
Jamás
bebiste mi presente en tu futuro,
ni planeaste un mañana conmigo en tu pasado,
¿para qué gastar tiempo que ya es perdido?
si en tu interior no tuve ningún lugar.
Y
recontando heridas me dejaste un traje
que a fuego llevo todo tu equipaje de
dudas, rencores, arrepentimientos tardíos y
dilatadas pupilas mirando al vacío
que nunca sabrán a quién llorar
Nuria Vaz
Que bien escribes,me encantan tus poemas.Un beso blanki
ResponderEliminarMuchas gracias Blanca. Siempre es un gusto ver que te pasas por aquí!. Besos
Eliminar«Nunca el tiempo es perdido» dijo un gran tipo... Pero un gusto verte volver (¡¡por fin!!), después de tanta espera y tensión. Ya sabes que me encanta tu concepto del relicario... ¡¡Gracias por las letras, Nuria!!
ResponderEliminarNunca te retires!!
¡Besos!
Gracias por las tuyas!! Me queda aún mucho para jubilarme de "todo", pero mientras escupo instantes pasados dejaré escrito momentos venideros. ;-)
ResponderEliminarUn honor tenerte de lectora siempre!
Besos!!!